Wednesday, January 31, 2007

Vendetta con mis labios



Que triste mirar para el lado y ver que alguien te esta decepcionando. Tu sangre te traiciona una y otra vez. Apuñalan a quien quieres y la sangre que fluye es la misma que ha tomado el puñal, lo ha tomado una y otra vez, lo han incrustado una y otra vez, en la misma carne, y ha salido el mismo líquido rojo carmesí. Las heridas no sanan cuando una nueva brisa mal oliente se vuelve a acercar, del norte, del sur, del centro, la sientes en tus narices, a pesar de la distancia su densidad la hace ser percibida a lo lejos, esta compuesta químicamente por la envidia, olor patético y denigrante, sabes cual es su fuente, acaso no se dan cuenta?. Y ahí estamos de nuevo, como tontos, haciendo como si nada ha pasado, una vez más, regalando cariño que de eso tenemos de sobra, cuando somos tontos. Algún día separaremos los fluidos?, distinguiremos el agua del aceite?, mezcla heterogénea por donde se le mire, distinta desde la matriz hasta la muerte, fue gestada y formada de manera dispar, sin regalías unos y otros con regaloneos, qué injusticia!. Y ahora la lengua sigue cometiéndolas, envenenando situaciones cotidianas y cuando menos te los esperas, ves el jugo mortífero correr en venas santas.
Pero hay sangre que es más que sangre, sangre que no viene de los vasos, ni es roja ni lleva células, no es comparable, es sentible, palpable con los sentidos más finos, y es por ella que se produce la fusión y me permite reclamar con pasión lo que me pertenece y de lo que soy parte día a día, y si ellos no lo defendieron lo haré yo, con garras, brazos, piernas y dientes, y si hace falta sacrificaré más, y lo haré por los que no han sacrificado nada, los que no han querido perder ni pan ni pedazo, pero no se han dado cuenta que siempre han terminado con los pedazos, yo voy por el pan, voy por Belén.

Wednesday, January 24, 2007

lo frío del cálido mundo


Me aprieto y trato de reducirme a mi mínima expresión. Si fuera una función matemática, el límite de mi ser tendería a cero por la izquierda y por la derecha. Pero bueno, ahí voy yo con una ejecutiva y un micro o pequeño o emprendedor empresario (por definir), que pasa cambios con cuidado de no ofender a nadie (yo voy al lado de la ventana, asi que no me preocupo). Y todo eso para andar 5 cuadras, pero bueno, la verdad es que yo era el colado, por mi íbamos apretados. Ahí comienza la historia de una vida, las palabras fluyen y son dichas como queriendo dibujar imágenes, y yo esperando verla pintada y coloreada con crayones. Una vez en el lugar en cuestión contemplo los colores y se trata de conocer en 20 minutos los esfuerzos de años y años, lo que ha formado el sudor, el desvelo, quizás una calvicie prematura, y otras tantas cosas, que caradura hay que ser para pretender eso, pero al final, los número hablan por sí solos (dicen muchos). Comienzan las preguntas y respuestas, explicaciones van y papeles vienen. Es mi primer día, de terno y corbata por las calles de santiago (la ciudad donde nunca sabe a sal!), que creerá la gente, si supiera que sólo soy un cachorro estudiantil a punto de cumplir mi año y medio y pasar a la adultez, no me mirarían con tanto respeto, mas bien me lo faltarían con una sola mirada, pero que se le va a hacer, ahí está mi disfraz de lunes. El rubro me es conocido, ese olor a cuero, y esa cadena de procesos artesanal me evoca muchas cosas, resumidas en “Mi Tata” y su fábrica. Seguimos avanzando y conociendo, me gusta mirar a la cara, específicamente a los ojos, pero mi traje es un obstáculo para mis aspiraciones, osea, miro los rostros de esos trabajadores (casi artistas), pero hay un muro gris del otro lado, que yo no veo, pero ellos sí. Al terminar, las ganas de aplaudir el esfuerzo tienen que ser medidas, dosificadas, tratando de no ilusionar a nadie, hay dinero de por medio, y con eso no se juega. La despedida es corta, ahora viene la hora de la verdad, donde los colores se transforman en guarismos, y los dibujos en informes, los artesanos en pasivos y yo en un social-capitalista (a regañadientes).