Los viajes mágicos son pocos. Hace unos 2 meses atrás vi el trailer de lo que para mí, podía ser una de las mejores películas del año. No por las imágenes, ni los efectos, ni los personajes, ni los actores, lo malo de los trailers es que muestran todo ese tipo de sandeces, vanas, que pueden transformar una película bodrio en un atractivo film. En fin, no me fije en lo nombrado anteriormente, sino en su director, tan simple como eso, ¿quién será el director de esta película pronta a estrenarse?, entonces, como por obra de magia, el nombre apareció.
Pocas veces una película te revuelca en la mente de sus personajes, te hace entenderlos y hasta justificar sus actos más despreciables, los cuales en un estado normal, repudiarías. Desde el primer truco, hasta el último (el GRAN truco), pareciera que estás dentro de una caja llena de agua, tratando desesperada e infructuosamente de salir, pero no puedes, estás ahí inmóvil, porque en cierto modo te sientes identificado por esos dos magos, es un juego, al principio, un simple juego. Tratas de descifrar los secretos de uno, mientras te compadeces de lo patético que resulta ser el otro. Afloran la envidia, el orgullo, la fama, el reconocimiento, y al final…el prestigio. Eso es lo que buscan ambos (“both” para los bilingües), y se te plantea la siguiente pregunta:
“¿estarías dispuesto a morir 100 veces por obtenerlo?”
Cada día es un desafío, esta lleno de obsesiones a cumplir, se busca no sólo el triunfo personal, sino además, el fracaso del otro, su ridiculización ante la masa, y lo peor, ante la vida. Eso es “The Prestige” (burdamente traducida como “El gran truco”), una muestra de nuestra decadencia, donde el ingenio es ocupado con fines vengativos, odiosos, pero creatividad al fin y al cabo.
Es así como apareció el nombre, Christopher Nolan (Memento, Insomnia, Batman begins) se puso el sombrero de copa, iba vestido de frac, y comenzó a jugar con una moneda dorada entre sus dedos, haciéndola desaparecer. Parado en la puerta del cine, nos invito (estaba con mi novia tomado de la mano) a presenciar el espectáculo. No quedo otra que entrar. Abracadabra.
THE PRESTIGE (“El gran truco”)Pocas veces una película te revuelca en la mente de sus personajes, te hace entenderlos y hasta justificar sus actos más despreciables, los cuales en un estado normal, repudiarías. Desde el primer truco, hasta el último (el GRAN truco), pareciera que estás dentro de una caja llena de agua, tratando desesperada e infructuosamente de salir, pero no puedes, estás ahí inmóvil, porque en cierto modo te sientes identificado por esos dos magos, es un juego, al principio, un simple juego. Tratas de descifrar los secretos de uno, mientras te compadeces de lo patético que resulta ser el otro. Afloran la envidia, el orgullo, la fama, el reconocimiento, y al final…el prestigio. Eso es lo que buscan ambos (“both” para los bilingües), y se te plantea la siguiente pregunta:
“¿estarías dispuesto a morir 100 veces por obtenerlo?”
Cada día es un desafío, esta lleno de obsesiones a cumplir, se busca no sólo el triunfo personal, sino además, el fracaso del otro, su ridiculización ante la masa, y lo peor, ante la vida. Eso es “The Prestige” (burdamente traducida como “El gran truco”), una muestra de nuestra decadencia, donde el ingenio es ocupado con fines vengativos, odiosos, pero creatividad al fin y al cabo.
Es así como apareció el nombre, Christopher Nolan (Memento, Insomnia, Batman begins) se puso el sombrero de copa, iba vestido de frac, y comenzó a jugar con una moneda dorada entre sus dedos, haciéndola desaparecer. Parado en la puerta del cine, nos invito (estaba con mi novia tomado de la mano) a presenciar el espectáculo. No quedo otra que entrar. Abracadabra.
DIR: CHRISTOPHER NOLAN
AÑO: 2006
CINE: CINEMARK, MARINA ARAUCO (desgraciadamente el más caro)
http://theprestige.movies.go.com/
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